Hay numerosas respuestas para abordar este punto, de las cuales algunas aparecen en otras partes de este
cuestionario. Sin embargo, dado que probablemente usted está en busca de respuestas prácticas, lo que
muchos dicen que distingue a la Nueva Traducción Viviente es la manera en que su erudición y claridad le
dan vida al texto bíblico, incluso a los pasajes más difíciles de comprender, de manera que conecta con el
corazón.
¿Por qué existen algunos versículos en la Reina-Valera que en la Nueva Traducción
Viviente (NTV) solamente aparecen en las notas de pie?
En la preparación del texto de la Nueva Traducción Viviente, la prioridad siempre fue la fidelidad a los
textos originales más confiables que tenemos a nuestra disposición. Usted puede tener toda la confianza de
que la NTV no ha excluido ni un versículo ni una palabra de aquellos textos, pero sí hemos buscado
respetar y seguir la evidencia textual en cuanto a lo que realmente fue, o no fue, escrito en los
manuscritos originales unos 2000 a 3500 años atrás.
Siendo que los manuscritos originales del Nuevo Testamento no han sobrevivido, los traductores de la
Biblia tienen que utilizar manuscritos posteriores para reconstruir la base textual. En el tiempo en que
hacían la traducción de la versión Reina-Valera, el mejor texto griego a su disposición fue el Textus
Receptus (que significa «texto recibido»). El Textus Receptus había sido compilado por un reconocido
erudito católico llamado Erasmo en los años de la década de 1520, y tenía como su base cinco o seis
manuscritos tardíos que fueron producidos entre los siglos X y XIII d. C. Esos manuscritos fueron la mejor
fuente disponible en esa época.
Sin embargo, en los últimos doscientos años, arqueólogos han descubierto cientos de manuscritos que son
aún más antiguos, o sea, que se acercan aún más a los manuscritos originales. Basado en estos nuevos
descubrimientos, sabemos que los manuscritos tardíos usados por Erasmo para el Textus Receptus contienen
adiciones de los escribas; es decir, la evidencia textual muestra que, con el paso del tiempo, los
escribas agregaron explicaciones teológicas, insertaron información litúrgica o agregaron versículos de un
Evangelio a los pasajes paralelos de los otros Evangelios. Algunos de estos cambios originalmente se
encontraban en los márgenes, pero tiempo después fueron incorporados al texto bíblico por otros escribas.
Estas adiciones no se califican como heréticas, pero tampoco eran parte del texto original.
En los últimos 150 años los eruditos han compilado ediciones del Nuevo Testamento griego basadas en los
manuscritos más antiguos y de mayor calidad. Muchos de estos manuscritos son desde antes del año 350 d. C.
(¡unos son del siglo II y III d. C.!) y preservan el texto que más se acerca a los escritos originales.
Las dos mejores ediciones griegas recientes son el Greek New Testament, publicado por las Sociedades
Bíblicas Unidas (SBU, cuarta edición revisada, 1993) y el Novum Testamentum Graece, publicado por Nestle y
Aland (NA, vigesimoséptima edición, 1993). Estas dos ediciones, que tienen el mismo texto pero difieren en
la puntuación y en las notas textuales, representan, en gran medida, lo mejor de la investigación textual
moderna. Por eso, el equipo de traducción de la NTV usó como base textual estas dos ediciones clásicas del
Nuevo Testamento griego. En estas ediciones, la mayoría de las adiciones hechas por los escribas que
aparecen en el Textus Receptus fueron eliminadas. Con esta perspectiva en mente, se puede entender que los
traductores de hoy no han removido nada de las Escrituras, sino que simplemente han traducido un texto que
se acerca más al Nuevo Testamento griego original. Es importante notar que estas bases textuales se han
utilizado para cientos de traducciones en cientos de idiomas modernos.
Le recomendamos que lea la Introducción a la Nueva Traducción Viviente, que se encuentra en las primeras
páginas de su Biblia NTV. Allí encontrará mucha información pertinente al proceso de traducción.